Queridos hermanos:
hoy 18 de febrero de 2017, es un día que figurará en la historia de la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo, personalmente para mí, es un día de inmensa alegría, por lo que quiero dar las gracias a todos nuestros hermanos de la Orden de la Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén y especialmente al excelentísimo Sr. D Juan García Martínez, Teniente General del ejército de Tierra, Duque de San Pedro de Galatino, Conde de Benalua, Grande de España por su gesto de reconocimiento a Nuestra Madre de la Soledad.
El corazón se nos llena de emoción y amor por este acto de unión del pueblo con su ejército, pilar fundamental por el que la sociedad democrática y sus fuerzas armadas que le defienden, sientan la perfecta comunión en unos necesarios ideales: tales como el esfuerzo, la entrega, la solidaridad, el sacrificio…
Muchos de los integrantes de nuestras fuerzas armadas, y más concretamente, integrantes de nuestro Ejército de Tierra, desarrollan su labor llevando bajo el uniforme y sobre su pecho, una medalla de Nuestra Madre, encomendándose a su gracia divina y a su manto protector en los momentos de mayor dificultad.
En este día de fiesta para nuestra congregación, pedimos que derrame su gracia divina sobre todos los hermanos de la Orden de la Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén y sobre todos y cada uno de los miembros de nuestro Ejército de Tierra en cada instante de sus actuaciones representando y defendiendo a nuestro país.
Muchas gracias y que la Virgen de la Soledad os proteja.
(Discurso pronunciado por el Hermano Mayor de la Congregación)